Viernes por la noche

                                                             
                                                                 

Imagen: Said Lemtabti

Viernes por la noche
baile de disfraces
mi traje preparado
no desentona
ni la máscara azul
con su escueto tocado
ni la capa de raso
que abriga y confunde
sus brillos delicados
sobre un oscuro fondo
amarillo marchito
el discreto vestido
liviano como el canto
mi alma,halo brillante
volando entre las sombras
escombros de colores
hachados al crepúsculo
me siento mensajera
de este amor que perfuma
llamado primavera.

Un gorrión...

Un gorrión que cantaba a la noche del mundo
un ángel reciclando con la voz
la luz hacia el umbral a oscuras
una pequeña luna destellando en la bruma
una muñeca rota olvidada en la acera
una sombra de niña
aleteando en la nada
como un tatuaje en su piel
unido al karma
una mujer de ayer
bendiciendo el mañana.

Imagen tomada de la web,derechos a su autor.

BROTE DE INVIERNO

                                                                                       

Encanta el aire
memoria de primavera
por el sendero quieto
agotado de invierno
remanso de ocre
compuerta abierta
virtud de la letra viva
emborracharse de espera
cuando con alas de bruma
baja espesada la pena
verde rocío se escarcha
verde sal sobre tus cuerdas
guitarra muda
zarza sin llamas
aromo en huesos
demora el pampero
su viaje incierto
entre tus brazos desiertos
juglar sin rostro
ecos de versos susurra
cascadas voces de hojas
cálido y dulce incienso
para el luto de tu copa
despierta al sueño
guardián del bosque
ángel del nido
claro de quena resuena
tu pentagrama vacío
de líneas marchitas
lánguidas notas alumbra
sangran tus yemas!

RITO ARCANO

¿Has visto la alfalfa flamear
allá en la Pampa?
¿Has visto correr Pamperos
sobre los llanos quietos?
¿Y al agua clara
volverse negra en la acequia?
sabana verde
desierto fértil
inmensidad del viento
espejo de la noche sin estrellas
zumbido de voces pequeñas
asistiendo al silencio
y una letanía de chicharras                                          

sofocando la siesta
así respira la tarde llana
de espalda al suelo
la mirada lejana
volando por el cielo
vaciada ya su copa
de veneno
tiembla el horizonte
pálido e incierto
sube una luna roja
como hostia sangrando
el vino consagrado
de un rito arcano
sobre el altar del llano
ofrenda y sacrificio                                              

va de luto la sombra
por el bien perdido                                                

y enciende sus velas
la noche dolorida
por lo muerto en vida.

                   

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