Prisioneros en nuestra anclada mente
nunca partimos nunca regresamos
atravesamos el caos organizado
inmersos en nuestra solitaria barca
más allá del amor y de las guerras
de los seres y los hechos
de lo falso y de lo cierto
todo sucede con nosotros dentro
de ese atemporal cosmos privado
sólo cuando subimos a escena
y rompemos las leyes de su arte
saltando las intrincadas barreras
derribando sus ilusorias puertas y ventanas
echando abajo todas las caretas
desbaratando cada truco de magia
rompiendo carcazas de piedra y lentejuelas
logramos ver el juego desde afuera
subidos al primer peldaño de la escala
resta un largo camino hacia la cima
un horizonte sin estrellas aguarda
todo una inmensa ventana
donde la verdad descontamina
y la mentira ha borrado sus huellas
allí no llegan las lenguas ni sus máscaras
los espejos se convierten en papel picado
es un mundo que contiene a los otros
y a la vez es subconjunto de todos
como un punto indiviso diminuto
responsable de todos los latidos
felices los bienvenidos inspirados
únicos indivisos rompecabezas autoarmados
cada uno en su código despierto
cada uno perdido y encontrado
suficientemente podrido y estallado
para abrirse el corazón de simiente
parte viva del todo y del todo conciente.
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| Imagen: Pintura de Vincent Van Goth |
Creemos viajar, vivir, pero más bien parece un sueño, a veces, un mal sueño.
ResponderEliminarAsí parece.Los sueños felices son nuestro aliciente.Por eso los poetas disfrutamos de cada momento grato como si fuera un sueño feliz y de cada sueño como si fuera una realidad lograble.Y nos movemos de un mundo a otro como si la mente fuera un puente y el ingeniero constructor a la vez.Gracias Jaco.Un abrazo!
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