completamente libre de mí misma
lejos reclama el viento en la ventana
lejos el frío convierte en perlas negras el rocío
lejos se duerme la ciudad vacía
lejos la primavera derrite los carámbanos blancos
crecidos a las piedras
lejos le nacen muros grises a los días
aquí estamos como puntos suspensivos
sobre esta línea que funde mar y cielo
muy adentro de su abrazo infinito
a salvo de todo raciocinio pequeño
que conspira con quitarnos este infinito
tan lleno de presente
tan vivos en él
en su asombro interminable...
Hermosos movimiento... ...sigilo tan confiable y esencial con el que todas las cosas se hacen y se desvanecen...
ResponderEliminarGracias Eduardo por tu comentario interesante.Seguramente todo al final se desvanece en un supuesto final si lo tuviese.Hay en los seres algo que intuyo como no tan desvanescente.Es mi pensamiento,claro está.La materia transita a nuestro alrededor y también dentro de nosotros.Es un viaje desconocido para nuestra sensibilidad prácica.Pienso que se imbuye en lo viviente y vibra con la vida y no vuelve a ser más ella misma,la inerte.Pienso que el sentido de lo vivo podría ser despertar lo no vivo en apariencia.Darle un sentido más a la materia que llamamos inerte.Y luego hay un vibrar distinto,no de niveles subatómicos solamente.O tal vez solo sea un despertar de lo ya subyacente,todavía germen.Podría escribir sobre esto,de manera más fluida y narrativa.Pero temo que sólo la poesía puede hablar con propiedad de estas cuestiones sin ofender a nadie ni siquiera a aquello que está detrás de todo porque no es la aniquilación lo que inspira la vida aunque a veces así se sienta.Tal vez el sentido es simplemente despertarnos a otro comienzo.Se me ocurre.No encuentro otras palabras en este momento.Un abrazo!
Eliminar