La palabra pequeña es el corazón de mi blog. Esas palabras que son como las flores silvestres,tan cotidianas y tan increíbles en su sencillez que solemos creer que es imposible con ellas armar ramos espectaculares sin recurrir a sinónimos más ilustres .Y yo quiero aquí reinvindicarlas recuperando esa gracia auténtica que tienen las diminutas cosas esenciales. ( Protegidas por derecho de autor y publicadas)
sábado, 27 de abril de 2013
Certidumbre
De luz y de sombra
el frágil e incierto
contorno de las cosas
tan grueso y pesado el pensamiento
sin la metamorfosis de la mariposa
cómo intentar imaginarlo
certero en la frontera de la forma
o cierta la presencia de una cosa
más allá de la línea membranosa
que confabula la pupila
con la asistencia rotunda ontológica
de la sinuosidad sugestiva de la onda.
viernes, 26 de abril de 2013
Cascada
desde los altos muros
desde el mismisimo cielo
me desvanezco como lluvia
entre las manos del tiempo
blanda,etérea,plateada de luna,
como pétalos de nieve
en el rugido del viento
eternamente apegada a tu suelo
soy la copa del árbol
retornando a mi seno
martes, 23 de abril de 2013
A quien se dispone a soñar
Que los ángeles velen tus sueños esta larga noche
que logres escuchar su canto
suave y lejana voz perenne
viajando desde el otro lado,
un mar de persistentes auroras
un trueno quebrado entre los mares
un errante suspiro en la niebla
un letargo de soles demorados,
alas de fuego y ojos de zafiros
el corazón del harpa milenaria
te salga al paso
soñador perdido
entre las brumas de la tierra plata
te broten verdes,rojas,azuladas
las plumas de la espalda.
domingo, 21 de abril de 2013
El pàjaro negro
Desde la ruta parecìa que nos acercàbamos a una gigantesca
calesita de luz que prometìa
fantàsticas sensaciones.Pero era simplemente mi ciudad,chiquita y
chata,anunciàndose con
una màscara de luces en la noche sin luna.Esto significaba el final
de nuestras vacaciones y
el regreso a …¡lo de siempre!
Ahora sè que no tendrìa por què haber llevado aquel gesto
odioso en la cara y nublar el dìa
a mi familia...de no ser porque soy el infaltable “fruto plomizo”
del àrbol
genealògico.Encarno como ningùn otro el papel de “angelito”.Para mis hermanos,entre
los
sàndwiches yo serìa el gran torpedo;entre las hortalizas,el “supernabo” y entre las frutas,
el
albaricoque.Pero en casa me apodan “cariñosamente” Jaimito.Tal vez por eso del estìmulo
pegalògico o del “punto”geomètrico familiar,o algo parecido.Francamente,soportarme me
resulta
divertido pero esta opiniòn no es compartida.Como si algo en mí marchase en
sentido contrario a las
agujas del reloj familiar.
La alegrìa “menor” de la casa,el rompecabezas y una lista
interminable de frases burlonas
sigue cayèndose dìa a dìa de sus bocotas como si sonaran
ingeniosas...Les cuesta reconocer
que gracias a mi manera de ser cada dìa es una sorpresa.¿Còmo hubieran
conseguido
aquellas carcajadas geniales los dìas de lluvia,las siestas y los fines de
semana sin mì?
Felizmente existo.Alguien tiene que hacer de
contrapeso,¿verdad? Bueno,no soy tan grande
como para explicar tanto.¿Soy yo culpable que la Naturaleza me haya
escatimado mayores
virtudes para dàrselas a mis hermanos? Si es sabia,sabrà el por què de
mis defectos.Porque
de mi parte ni los pedì ni los comprè,ni me hago el
desentendido.Estàn...me hago cargo.Me
parece que soy demasiado chico para averiguarlo ahora.
Los adultos deberìan atender màs a sus defectos que distraerse
cada dìa reprochàndome
los mìos.Ya tienen suficiente experiencia para eso,¿o es demasiado
tarde? Bueno,no es
cuestiòn mìa enseñarles nada,se supone que debieron aprender,hacer la
autocorrecciòn...
Asì han venido siendo las cosas hasta hoy.Llevo doce años de
aventuras que me he
permitido a disgusto de mis padres.La mayorìa de ellas con final
desagradable por el
“botoneo”ingrato de mis hermanos.Y en cuanto a los privilegios del
benjamìn,ni exagero ni
me rebajo al reconocerme como un desprivilegiado de la masa infantil.
Hasta el primer grado disfrutè de una etapa enriquecedora.Espero
decir lo mismo de las
otras cuando escriba mi autobiografìa.Y espero tener mejores cosas para
contar...sinò,se me
hace que serà otro disgusto familiar.
Esta es la primera vez que me animo a escribir sobre mì y un
asunto que me intriga.Ah,por-
que de grande me gustarìa ser escritor y viajar por el mundo como
hacen ellos.Pues,
volviendo a mi historia,les decìa que el regreso de las vacaciones
coincide con el comienzo
de una etapa misteriosa de mi vida.
Yo no puedo explicar los hechos porque las cosas pasaron...y para
bien,me parece,aunque
mi hermano Luis no encuentra un motivo para quererme desde entonces.
Comprendo que el separarnos de cuarto fue buena idea.Uno para
cuatro resultaba chico.Lo
molesto es que fue a mí a quien dejaron solo.Y sostengo que es
injusto.Porque yo tambièn
fui una vìctima de lo que sucediò.
Si mis padres algùn dìa leen esto quizàs lleguen a comprender
algo.Para mí es un enigma.
Como una pelìcula de suspenso que te atrapa y ,a la vez, te
electriza los pelos.Reconozco
que no soy el mismo,que hago menos travesuras...¡Ojalà no me estè
convirtiendo en un
aburrido fatal!
Decìa que empezò cuando llegamos del viaje.El objeto de mi
pesadilla venìa con
nosotros,en una caja.Tenìa un arma mortal de color naranja intenso màs que un
pico,un
cuerpo aerodinàmico con dos alerones negrìsimos y unas patas apertrechadas y
còmicas.
Luis lo habìa atrapado con la red en el rìo rocoso.Lo llamò
“Diamante Negro”.Era una piedra
poderosamente llamativa a la que rechacè porque màs que un ave
majestuosa se me hacìa
un pajarraco de mal agüero.
Mi inclinaciòn hacia los animales no encontraba apoyo de mis
padres.Sostenìan que debìa
ser declarado Enemigo Internacional del Reino Animal.¿Tenìa que
avergonzarme de algo
por no compartir esa idea con ellos?
Los animales encontraban en mì a un proveedor de aventuras y
desafìos.Un cazador digno
porque les daba ventajas.Y jamàs los hubiera humillado
aprisionàndolos en una jaula. Sabìa
comprenderlos o lo creìa hasta que sucediò aquello.
Luis instalò el flamante miembro de la familia en nuestro
dormitorio.Un asco.Le expliquè lo
de los inquilinos invisibles que lleva un pàjaro donde quiera que se
muda.Sus oìdos son
sordos cuando se trata de mis palabras.El “coro” de mis hermanos entonò
“vidalitas” de
aprobación y justo frente a mi cama instalaron al nuevo ìdolo.
Me dormì con la sensaciòn desagradable de ser un gato maniatado
dentro de un jaulòn
repleto de pajaritos.De pronto me encontrè en el jardìn de casa mirando la
gente que
pasaba por la vereda.
Un hombre alto de bigote canoso caminaba leyendo un diario.Una voz
ronca y estridente se
soltò desde el cedro y me estremeciò:”Ese es el hombre”.Cuando
levantè la vista,Diamante
Negro saliò volando y se perdiò en la luz tibia de un sol empobrecido por
las nubes.Un
trueno explotò en mi cabeza y me despertè.Diamante Negro seguìa estàtico en su
prisiòn.
Ese dìa cayeron metros de agua y los chicos lo pasaron festejando
al “huèsped” con cientos
de pavadas insólitas.Yo preferì empezar la tarea de vacaciones,cosa
que me convirtiò en el
centro de inquietud de mis padres.Mamà me puso la mano en la frente
y papà charlò mas
de lo usual conmigo.Mientras tanto,las tonterìas de mis hermanos se tenìan
por rebosos de
salud.
Aquella noche se me hizo difícil dormirme.La mirada de Diamante
me pesaba en los
pàrpados.El rostro del hombre del bigote canoso estaba frente a mì en el
sueño.Sonreìa y
hablaba.Un barbado kiosquero le alcanzaba un periòdico doblado.Pero ni me veìan
ni estaba
allì.
Abrì los ojos.La habitaciòn oscura me miraba desde los nùmeros
rojos del despertador.Era
las cuatro y media de la madrugada.¡Hacìa cinco horas que dormìa!
Por la mañana fuimos al club tomando una calle distinta a la de
siempre.Entonces lo vi.Era el
quiosco de mi sueño con su comerciante barbado.Me quedè
clavado.Marcos me dio un
empujòn cuando estaba a punto de pisarme los talones y me fui directo al
suelo.El golpe
que no llegò a lastimarme,sirviò para explicar mi silencioso asombro.¿Què
podìan decirme si
les contaba que habìa soñado con aquel negocio y aquel hombre cuando nunca
antes los
habìa visto? ¡Coincidencia! Y fue tan divertido ese dìa que olvidè la coincidencia y
por la
noche me dormì como un perezoso.
Venìa flotando lentamente.Ya en el borde,se sentò y escurriò el
agua de sus trenzas
larguìsimas.Jugaba con los pies en el agua y me obsevaba sonriendo.Un golpe
en la cara me
obligò a levantarme con rabia.Paula me exhortaba:”¡Hora de despegarse de
las sàbanas!
¡Pata,pata! A tender la cama...”Iba a devolverle su “gentil”
almohadonazo,cuando notè que
la jaula de madera estaba vacìa.
-Se escapò Diamante- gritè desconcertado.
-Lo traiciona el pensamiento señor con-tre-ras.Lamento
desilusionarlo pero el repulsivo
pàjar sigue entre nosotros,sòlo ha mudado de jaula.
Era Paula en su papel preferido de “sarcàstica”,como decìa
mamà.Y lo hacìa de maravillas.¡In
sufrible!
En el jardìn ,Diamante revoloteaba dentro de un espacioso
jaulòn.Luis le silbaba
alegremente queriendo contagiarle su buen humor.
“¡Volà,volà tontito! Vivì de ese recuerdo”.Pensè de
golpe,sin sentirme dueño de ese
pensamiento.¿De dònde saquè esa
frase? Me alejè del jaulòn.
Esa semana me resultò larga.Tuve otro sueño extraño.Yo saludaba un
auto verde que se iba
y sobre mi cabeza,rìgido como bicho embalsamado,tenìa a Diamante.
El domingo conocì a Brenda en el club.La chica de largas trenzas
que nunca antes habìa visto
salvo en sueños .Porque verla y recordarla es lo mismo.Al principio
me costò mover la
lengua.Despuès fue lo contrario.Nos hicimos amigos.Y un sàbado
espectacular festejò su
cumpleaños en el club.Allì me presentò a su tìo Raùl, el kiosquero barbado
que ademàs era
fotògrafo.
Al dìa siguiente no aguantè màs y le contè a Brenda lo de mis
sueños “anticipados”.Por su-
puesto que se asombrò como yo,no podìamos explicarlos.Como querìa
ayudarme a decifrar
el misterio se le ocurriò consultar a su tìo Raùl por lo del hombre
del bigote canoso.Si
aquello resultaba cierto entonces mis sueños debìan tener un
sentido,algùn significado.
Cuando dos dìas despuès Brenda atravesò la puerta de calle con
aquella mirada confirma-
dora,me asustè.¿Què me estaba pasando y por què a mì?
Merendamos en el jardìn y ahì sucediò...Diamante se hizo oìr y no
fue un trino grueso ni un
gorjeo potente ni un chiflido feroz,què va,un vozarròn tan ronco y
estridente como el del
sueño.Mi cara se congelò.El alfajor se me cayò de la boca.Brenda me recuperò
con una
cachetada fuertemente eficaz.Me consolò con la promesa de hablar aquello con su
tìo
Raùl,un tipo que sabìa escuchar.Que tomaba el tema descartado por cualquier otro y
podìa
volverlo interesante.Que sabìa encontrar una explicaciòn “inteligente” a las
situaciones màs
disparatadas.Su esperanza me animò un poco.
Raùl no sòlo interpretò mis sueños sino que le puso una
soluciòn al asunto.El hombre del bi-
gote canoso resultò ser un viajante amigo suyo que solìa viajar a
las sierras,incluso al lugar
donde atrapò Luis a Diamante.Lo hacìa en una camioneta verde porque
surtìa a los
comercios de una marca determinada de productos comestibles.
En resumen,yo debìa ponerme en contacto con ese hombre.¿Para
què? Diamante nos dio la
respuesta cuando amaneciò triste y arrebujado.El veterinario
desconocìa la enfermedad
pero nos revelò que si Diamante no comìa se morirìa con seguridad.Gran
revelaciòn...
Fue Raùl quien comprendiò la relaciòn y el sentido de mis
sueños.Segùn èl,Diamante
añoraba su mundo y su libertad y la ùnica manera de recuperarlos consistìa
en que alguien
entendiera su deseo.Yo,el màs chico de la casa,captè de alguna forma su angustia
antes que
el pàjaro se enfermara de tristeza.Pero mis sueños anticipados no tenìan una
explicaciòn
cientìfica,al menos,para los cientìficos.
La noche indicada secuestrè a Diamante cuando mis hermanos
andaban por el sexto sueño.
El tìo de Brenda lo llevarìa a lo de su amigo viajante que, enterado
de todo, se habìa
comprometido a soltarlo cerca de aquel rìo serrano,cuando en su recorrida
pasara por allì.
Al alba, mientras la habitaciòn se iba iluminando,miraba hacia el
lugar donde horas antes
agonizaba,afiebrado y tembloroso,el pàjaro negro y me sentì por primera
vez,la ùltima
pieza colocada en el rompecabezas.No me afligìa el castigo que me esperaba ni
siquiera
buscarìa una justificaciòn aceptable para darle a mis padres.
Me daba cuenta que hay sueños y sueños.Y para que un sueño
especial se cumpla se precisa
coraje.El coraje de enfrentar una realidad
desconocida,inexplicable o simplemente nueva.
Como el coraje de Raùl al escuchar nuestros miedos sin caer en el
miedo...de animarse a
buscar la ayuda de un señor de bigotes canosos aunque podìa tomarlo
por “loco”...El coraje
de este señor de correr con el compromiso de regresar un pàjaro “robado”
a su hogar
verdadero.El coraje de Brenda cuando enfrentò con seriedad mis sueños
anticipados...y
cuando revelò a su tìo enigmas de niños traviesos y fantasiosos...Y,segùn ella,mi coraje
porque arriesguè el cariño de mi familia por la libertad de un animalito que despreciaba y
terminè
ayudando,porque algo inexplicable me llevò a cambiar...creo que sì...
Quizàs cuando mis padres lean esto puedan comprender este
misterio y perdonarme.Y,al
enterarse,Luis se reconcilie conmigo.
Todavìa tengo mucho que aprender antes de pretender que me
escuchen y me crean...pero
puedo compartir la alegrìa que sentì cuando me contaron que
Diamante resistiò las horas
de viaje y que al abrir el viajante la puerta que lo separaba de la
felicidad,el pajarito
extendiò las alas desperezàndose con vigor,como si estuviera estrenando
plumaje,y volò
derecho hacia el azul turquesa sin soltar un pìo de agradecimiento.--
Autora:Analìa Inès
Amaya.
Escritos protegidos por derecho de autor.
miércoles, 17 de abril de 2013
Creo que siempre estoy narrando,pero a veces las palabras buscan sus propios caminos y se bifurcan o discurren con una música propia nacida no sé dónde pero tan imperiosa que se derrama sobre el papel en forma de versos y si luego intento reescribirlas como en un borrador,se resisten,no encuentro otra forma mejor que el dibujo que ellas mismas escribieron.Por eso tienen un comienzo como narración y un crescendo hacia una especie de descenlace.También noto la predominancia de las más simples sobre las complejas y la reiteración que confirma la existencia de una melodía interna que rompe la estructura narrativa y resulta de esto el contorno de una poesía.Lo siguiente es un cuento breve que tiene su tiempo.
Despertar
En un principio dormía como las demás cosas.
Un extraño desorden como un zumbido se presentaba intermitente,perturbador.Si hubiera tenido una forma definida habría parecido un resorte desenroscándose a sí mismo en el epicentro de la indiferencia.
Pero aún así no habría sido tan inquietante y hubiera resultado tan sólo una línea plana sin latido y en la distancia,sutil insinuación de horizonte,si no fuese porque le seguía insidiosa una fatiga venida de la nada que abrumaba espesores esféricos en alguna región imprecisa.Y gorgoteaba persistente emulando el rumor viajero de una débil corriente de montaña.Crecía con la osadía de vertiente salvaje.Exasperante.
Y aquello que era lapsos se convirtió en momentos prolongados de fastidio,indicios y porfías desbaratando la plenitud de la calma.
Y luego fue estrépito breve seguido por otros delatando un peligro.Al cabo un tumulto vertiginoso cimbreando la extensión.
Como crujen las columnas carcomidas de un ruinoso templo bajo la insostenible arrogancia de un techo sobrecargado de volutas,bajorrelieves y pedrerías pesadas,así de grave y áspero sonó el grito de una comisura que se abrió en la uniformidad del tiempo.
Por la hendidura abierta de bordes rudimentariamente cincelados se filtraba un ardor violento que sellaba quemando a su contacto,provocando un dolor vibrante que enervaba y sacudía desde lo próximo a lo lejano con la rapidez del rayo.
Se plegó en sí mismo repudiando el embate del estertor doloroso.Inevitable.Se crispó en un crujido agónico,alta ola rompiéndose en la escollera.
Y fue como el estallido de un relámpago sobre el mar oscuro.
El fuego que lo atravesó era de luz y el quebrado cauce por donde su furia volcó,el camino sinuoso de un tenaz excavador.
Levantó un primogénito párpado al fin.
Había sido una cosa que dormía como las otras cosas que lo rodeaban.Ahora era un ojo oscuro abierto al cielo por la perseverancia de una endeble planta,en medio del rocoso desierto.
martes, 16 de abril de 2013
Hipótesis
Tal vez sea una piedra
pequeña y redonda
dormida en un lago
que se sueña piedra.
Tal vez,canto ovalado
oscuro y pesado
rodando en el río
que se sueña lago.
Tal vez ,agua helada
girando en cascadas
o cielo estrellado
que en remotas tierras
se sueña de piedra,
se sueña de agua,
abrazado al lago
que se sueña cielo,
que se sueña caos,
preñado de estrellas,
preñado de espacio.
Las manos del hado
desatan las hadas,
liberan tornados.
Junto a las orillas
yo me vuelvo lago,
río,cielo y caos.
Junto a tus orillas
soy piedra,soy agua,
lunes, 15 de abril de 2013
¿Qué puedo decirte si ya estás aquí?
¿Qué puedo auspiciarte de grato y
maravilloso en un lugar virtual sin una cita previa y a ciegas,a
pasos de caer en mi universo,a merced
de este hombre de género femenino que reniega del mun-
do allá afuera,viéndolo tan feliz con
su desdicha y tan adaptado a su proveedor de razón?
Sería más atinado que te haga
discentir y no te convenza de nada que tú mismo juzgues de buena
compañía,abrazo cerebral o spa
gratuito porque este no creo sea el sitio preferido de nadie.
¿Pero qué otra cosa puede hacer una
intempestiva mirada como la mía,a dónde ir con oraciones
que no quieren ser oídas o con la
euforia de la palabra desbocada a sus anchas salvaje y desca-
rriada,ebria de vid y
sol,desatinada,incómoda,perimida,vapuleada y llorosa,arrepentida de
ser
reducida a un mero ente espacial entre
renglones,un arreglo floral presumido,un fervor de opor-
tunismo,una mosca en el plato servido o
un tifón sin otro sentido que el ruido amenazador bajo
una lluvia de tinta?
No te prometo nada,te libero.Este es mi
blog y los curiosos son bienvenidos.
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