Ese beso amarillo
perfecto y fugitivo
bendición del nido
despertar del canto
esencia del ojo
se ha detenido
sobre el azul carmesí de tu ventana
como un ente anónimo
harto de deambular
deshilachado por las penumbras
altas del pinar
sedientas crestas borrascosas
como cosa común y ordinaria
descartable en el tiempo.
Demórate un instante
devuélvele la gracia
no te quedes ausente
no le niegues tu boca.
Es su fuego el fuego
que proyecta tu sombra
entre las cosas yertas del mañana
será contigo Vida entre las formas.
Basada en la foto siguiente de Andrey Mashnich
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