imposible encontrar paz en los medios sellados
salvo en este pedazo de la tarde
que me consuela desde la ventana
la siesta como un bostezo gigante
con predominio de pájaros cantando
el verde recobrando fuerza en el pelado
sombrío espanto de troncos cercenados
por la furia de una sierra
mal día aquél para el pobre árbol
cuando las miradas de lo muertos
se pusieron de acuerdo
demasiado alto,demasiado verde
para tantas ansias de tijeras
sus brazos como lebreles
hambrientos de luz y cielo
invadían la vereda
traspasaba medianeras
ostentosos de hojas y fuscias corolas.
Intrépido,insolente,generoso,
ignorante de reglas anodinas
todo por hambre de ser
prodigioso
el esplendor de luces y de sombras
belleza de laurel de flor.
La ironía es que en esta parte del mundo, ese verde pierde fuerza a favor del amarillo que llegará al marrón o al rojo intenso por unos días. El esplendor está en el ocaso del color y de la vida. Pero renaceremos.
ResponderEliminarGracias por tu comentario,querido José Luis.
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