Rito que maravilla
del crepúsculo constante
loca carrera rasante
sobre un mar erupcionado
como remeros del aire
vuelven los tordos en bandadas
a refugiarse en el parque.
Minucias de algarabía
caja de sol mi sangre
torpe palabra mi alma
ríos mis ojos grandes
frente a este Amor espantado
¿Que no hay razón en la prisa?
¿Que no hay razón en el ala?
Más allá de la constancia
dudo que vuele el instinto
empecinado de encanto
solo por arte del ave
sospecha un milagro oculto
mi tonta razón fugada
con el vuelo de la tarde.
La turbia noche los sigue
abrazada a su bonanza
ensortijada con nubes
de rosa y lila pintadas
hebras de humo la boca
un péndulo la mirada
vertical sobre la pampa
redonda lámpara en mano
redil de sombras su paso.
Por donde se escurre el vuelo
es una pena el silencio
todo encendido en oro.
Imagen tomada de la web;derechos a su autor. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario