Mis ojos hoy solo pueden ver flores.
Me piden flores,por favor.Los escucho
taladrándome el cerebro
con sus tornillos sueltos
amenazan salir y escaparse.
Los dejo hacer a su gusto.
Ellos mandan en mi cuerpo.
También mandan mis huesos.
Los oigo crujir en vano intento
por romper sus amarras.
Todos mis huesos piden libertad.
Y los escucho chirriar desde muy lejos
como si flotaran en un mundo más real
y no me quiero enterar
que tengo huesos hartos de su lugar,
hartos de su mundo oscuro y óseo.
Nada es de piedra en mí
salvo las tuercas
y los tornillos herrumbrosos
que aseguran mi universo a este muro
que simula estar vivo,
vivo sobre todo
para esconder su peste putrefacta.
Debe ser un paraíso de colores
lo que aguarda más allá de su mole
porque desde aquí todo se rebela
mis pies,mis órganos,mis venas
y siento que soy un dios de barro
desmoronándose en silencio.
Creo que he cuidado de este universo
porque lo he sentido en cada célula
cada invisible punto irradiando
su escondida existencia
en una simbiosis mal correspondida.
¿Cuánto eco rodará mi sangre
como roca imperceptible arrastra el río,
cuántas preces hundidas en mi sangre,
cuánta súplica que pasó inaudible
se volvió cal y toxinas dentro mío
porque no supe oír
las voces que me habitan?
Cuánta inconciencia de mis legiones vivas,
de la devenida multiplicidad
de esta colmena llamada cuerpo.
Sin él nada de mí hubiera sido
más que remolino de tierra
desvanecido en el viento
sin instinto de esencia personal
o de efímera presencia.
Cuando le llegue su revolución final
y cada trozo su libertad alcance
no serán lágrimas de vano dolor
por lo que he creído
sino otra forma de dar la bienvenida
a lo que siempre he sido
y volveré a ser en ese día.
Pájaro del paraíso,flor.Imagen tomada de la web.Derechos a su autor. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario