miércoles, 5 de junio de 2013

Despedida al amigo

                                                                                           A Gabriel
Como un relámpago fugaz

alumbra un escenario oscuro

fangoso

sumergido

bajo las turbias aguas del olvido

siempre ansiosas de mar

de remolinos

tu última mirada,camino del cálido latido

de un magnífico sol fuera del mundo.


No fue la negra ala

ni la voraz piraña

ni el famélico laberinto vivo

del sendero tinto

por donde vuelca su llanto

el cielo hecho añicos

contra el pecho quebrado de la pampa

aterida pupila ante el declive fatal

del irremediable gris de las sombras.



Es tu sonrisa intacta

como la música del mar

libre de escolleras

y del estruendo mortal,

perfume persistente de las ondas

sobre los infinitos granos del cristal

separando el brillo de su forma

en la aparente uniformidad de la arena.


  Gabriel fue una de esas personas que conocimos hace mucho tiempo,cuando éramos

capaces de creer que la utopía de un mundo mejor donde cada ser podría alcanzar sus

metas sin incomodar a nadie,sin dañar a otros,era tan posible como remontar un barrilete

el día indicado,el del viento exacto en condiciones ideales y la destreza suficiente de un

amigo varón que tuviera la mínima práctica para enseñarnos a hacerlo por nosotros mismos

pues una no contaba con un padre convencido de que aquello era un juego lícito para niñas.

  Gabriel fue un compañero de teatro en la única obra infantil que hice y por la cual los otros

camaradas de tablas me dijeron que aquel debut era mi certificado de actriz en el mundo

del teatro.Y así lo he llevado en mi corazón como un título honorífico porque esta breve

incursión en el escenario me había devuelto la esperanza en que es posible ser aunque el

no ser parecía cada día más prudente y conveniente.Y sigue siéndolo,claro.En eso consiste

su encanto y atractivo,su dulce mentira caritativa,su tierna y atrevida mirada.

   Gabriel,como todos nosotros,batallaba por cada rodaja de sol en sus días acudiendo al

altar de Afrodita,de Hermes ingenioso o de Baco,tal como cualquier verdadero artista hace

a la hora de entrar a escena en el mejor de los mundos posibles.

    Para mí fue,entre todos los posibles personajes,una versión adaptada de ángel sin alas

y ,de los caballeros andantes,el más gallardo Quijote con la lucidez de Sancho.
 
    Por eso la foto que más le hace justicia a este ser es la del gran mago arquitecto de

mundos fantásticos,la del soñador despierto que construye con piedras en la arena:


 
Fotografía familiar,el pequeño es Gabriel de vacaciones,muchos años atrás.








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