Neorama

Llueve sobre los pardos campos,
con alas de barro
los surcos alzan vuelo,
las semillas escapan
como besos al viento.
Repica desde su caja
la mùsica quebrada
en los brazos del ego.

La teorìa y su arpegio
despertando la aurora.
Perfumes de silencios
caìdos entre las piedras.
Los lazos del destino
cortados por el miedo
hurtados al olvido
de a trozos anudados
en la lìnea del tiempo.
Los pliegues de la risa
ondeando en las paredes.
La ciudad,dulce deriva,
flotando en el ensueño.
Por su ojo de fuego
estalla el firmamento.

El universo amigo,
pendiente azul de un sueño.

                                                                         Foto: Linda Stokes