La palabra pequeña es el corazón de mi blog. Esas palabras que son como las flores silvestres,tan cotidianas y tan increíbles en su sencillez que solemos creer que es imposible con ellas armar ramos espectaculares sin recurrir a sinónimos más ilustres .Y yo quiero aquí reinvindicarlas recuperando esa gracia auténtica que tienen las diminutas cosas esenciales. ( Protegidas por derecho de autor y publicadas)
sábado, 15 de agosto de 2015
Mamá.Primera Parte.
Como en un trino quebrado
no hay poesía en la muerte.
Un día como hoy de 1984 mi mamá moría en un sanatorio de Rosario.
Un rubor extraño y una sonrisa que no tuvo en los días previos durante su estado de coma,fue el último rostro que me dejó en recuerdo.
Un tiempo después escribí unas enfurecidas poesías,hijas de mi convivencia con el dolor y la impotencia.
A su memoria,transcribo tal cual fueron escritas.
Cuando se ha experimentado el dolor en sus diversas tonalidades,se huye de los golpes bajos y se intenta escribir desde lo que yo llamo "tercer cielo".
Los versos parecen retener cierto escalofrío sepulcral y escribir "a mi estilo"resulta el mejor camino para dejar hablar al sentimiento.
Desde este lugar,mi poesía es terrible en cualquier sentido.
Y hoy,elijo quedar en ridículo porque no he sido lo suficientemente humilde con mi madre,porque aunque haya aferrado con fuerza su mano,no pude retenerla y aunque haya besado sus ojos al comprender que nunca más me devolverían esa mirada develadora con que regresan los ojos que han visto más allá del mundo,ella se estaba llevando lo mejor de mí y no podía seguirla.
Mamá
Mamá,palabra de ausencia.
Gris de tristeza y,
como la alegría,amarilla.
¿Dónde estás,mamá?
He descubierto un lugar retirado
de callecitas estrechas
bajo edificios sin luz
de balconcitos floridos.
Allí cantan los pájaros,
ríen los colores de las flores,
merodea el viento
repartiendo sus caricias frescas
hacia todos los sentidos,
sus criaturas bulliciosas,
hurtadoras de pétalos y serenidad.
Todas las voces
son álitos de aves y viento.
El silencio,
un largo recreo de tacuaritas y gorriones.
Un campanario de picos y alas.
Repiqueteo eterno.
Allí,un rincón donde te dejo
los ramos escogidos,
los de mis sentimientos.
Pero no te encuentro.
¡Y hace tanto
que te estoy buscando!
Mamá,si yo fuese el viento...
pero no...el viento también busca.
Es un ala colosal,
una mano sin cuerpo
o un cuerpo sin manos
como yo
que ando a tientas
sin adónde buscar.
Despojos
Sobre el suelo,agitación,quebranto,
bajo el suelo,dormida
la ilusión y acaso
una voz sensitiva
silenciando el gusano,
corroída la risa,
compungido el abrazo
las manos hechas trizas,
la mirada,dos huecos putrefactos,
la piel,salada brisna
de polvo dispersado.
El blanco de tus huesos
y el rojo de tus labios
mezclados con el negro
del coágulo y el antro.
Ahí,donde ondula la lombriz
su húmeda existencia y de ti
recoge el brillo de sueños desatados,
caídos y,en forma de rocío entregados.
Un suspiro,la huella resbalosa de aquélla;
un sendero viscoso silabea las últimas ideas.
Soledad mira con ojos de hormiga tu pasión desgranada,
convertida tu temple en manantial de magma
y el corazón partido,
tibio sopor de ninfa y larva.
Mi madre me había estado preparando durante toda mi vida para aquel momento.
Y cuando me quedé sola,yo estaba preparada.Pero tenía que pasar tiempo para que lo supiera.
...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario