jueves, 30 de junio de 2016

CUENTO SIN SOL


Amigos,cada día se hace más difícil de remontar.Pero lo intentamos,verdad? Somos sobrevivientes y como el caracol,tratamos de mantener la casa arriba,alta esa sensación de seguridad que nos permite hacer nuestro camino.Pues es el destino del hombre pararse en sus pies y andar.Hoy tal vez más cercanos a Lázaro,escuchando esa voz que desde algún lugar confiable nos impone:"Levántate y anda".Vivir se nos impone como un privilegio que debiéramos agradecer.Pero la vida es nuestra pasión,más allá de los dictados de la mente.Y absolutamente,la vida es un regalo que nadie debría administrar como privilegio.Es nuestra esencia.Y por ella somos hermanos.Hoy vi un trabajo compartido en la red que me llevó a escribir lo que sigue.Es una conjunción de tiempo y espacio por el que caminamos juntos.Por momentos,nos sentimos vitales,por otros,solo personajes de un libro que escribió otro.Yo escribo desde el nosotros más que desde mi yo personal.Escribo desde este eterno presente que compartimos.¡Un abrazo hermano!


CUENTO SIN SOL

Se fue a dormir
su resaca entre almohadones grises
con un rotundo vómito amarillo
nos bendijo dos días
se siente enfermo
con cada vuelta al globo
le tiembla el ojo
de furor
su ira se destila
roja sobre la tarde marina
persignadas sirenas
ensayan un adiós
entre las piedras
preñadas de ira
y un despliegue elegante
icebergs en lenta procesión
barcos fantasmas de la niebla
infaltables a la cita
del relato corsario
como una extraña magia con hadas
transformadas en cuervos
el final de la historia narrada
extingue cada personaje alado o sin alas
que pobló el arte de sus páginas
hasta el mar apagó sus altas estrellas
nada queda de pie al acabar el cuento.

Imagen: Heinz Udo Zemlin





lunes, 20 de junio de 2016

De cuando no tengo ganas de escribir.Anécdotas con papá.



Cuando no tengo ganas de escribir,divagar en  sentimientos es una manera de dejar al yo correr entre margaritas,suelto,a su merced,que paste mansamente como Platero,cerca de una fuente o de un manantial de montaña para que se reúna con la gracia natural,se satisfaga y luego,ebrios los ojos de verde magma nos mire con esa profundidad animal que parece conectada al corazón del universo,sin pretención de éxtasis místico,tan casual e instintiva como las respuestas que las mentes de ciencia dan frente a los gestos afectivos de las otras especies.Pues con manifiesto irrespeto,por mucho tiempo, hemos despojado a los otros seres de capacidad de pensamiento emotivo reduciéndolos a simples manojos de cables excitados por el instinto.A tal punto que ahora mismo nosotros nos estamos cuestionando la posibilidad humana de  pensamiento afectivo más allá de los sentidos involucrados.
Así,el yo divaga en aquella materia de la que estamos hecho porque de ella nos alimentamos.
Entonces,insisto en aferrarme a los buenos sentimientos como un engripado a la memoria de la salud.

De alguna manera una siempre precisa un abrazo aunque su madre le haya enseñado de muy pequeña que un abrazo es algo estúpido y molesto.¿Cómo arriba un adulto a semejante concepto?Pues.porque se teme a lo desconocido y para mamá como para sus hermanos y para el común de la gente de su generación,tallada a hachazos de leña para el fogón o el fuego de la cocina de hierro,a cintazos didácticos,a patadas de potro que exigían jinetes acreditados,a corneadas de vaca joven que reniega de su supuesta vocación lechera,a heladas lacerando las manos infantiles que se despellejan con la chala del maíz,para esta gente un abrazo era realmente algo desconocido.


Cada vez que saltaba la tapia que me separaba del baldío donde jugaban los chicos del barrio era un desafío de vida para mi corta edad.Aquellas escapadas épicas iban coronadas por el trueno y el relámpago de la varita de álamo que en manos de mi madre desplegaba,fáctica y ardorosa, todo su poder mágico contra mis pantorrillas.
Tengo que reconocer que no existía entre nosotros,los niños de las postrimerías de los sesenta, diferencias de ningún tipo a la hora de compartir el tiempo libre.Muy lejos estábamos de los prejuicios y remilgos de los adultos.Tal vez porque la infancia sea un lugar fuera del tiempo tridimensional o porque nuestras mentes tan nuevas no podían hacer otra cosa que resplandecer de asombro y de empatía.Y habrá seguramente quien pensará que las almas afines se encuentran en cada existencia.Algo que me tiene desconcertada sin sacarme el sueño,pospuesta en la fe,porque siendo yo tan bendecida en milagros me he vuelto incrédula con cualquier clase de teoría,más aún con las hipótesis especulativas .Algo que muchos me recriminan y otros reprueban.

Los chicos no solo me incluían sino que me hacían el honor de elegirme como líder,tan vivamente encarnaba yo a Tarzán como a un cacique rebelde o al hombre del rifle.Tenía  ese entusiasmo dinámico que rayaba en lo temerario a la hora de lanzarme en una liana desde lo alto de un árbol como la energía brava de un personaje de serie al que nunca se le vuela el sombrero ni se le cae una pluma aunque rueda cuesta abajo por desniveles interminables.
Aquel escenario de juegos no era otra cosa que la prolongación feliz de mi patio donde a solas-hija única por desgracia-interpretaba un sinfín de roles actorales que no contaban con la simpatía de mi madre.
-Otra vez hablando sola,Analía-me reprochaba al ir a tender la ropa.
-Mamá,estoy jugando al teatro!Ya lo sabes!
-¿Por qué mejor no juegas a las muñecas?
Era el sermón de cada día.Suspirando me preguntaba por qué los varones tenían juguetes más divertidos como el mecano y los ladrillitos.Incluso los ejércitos inertes de soldaditos de plomo de mis primos eran más entretenidos.Me hubieran venido muy bien a la hora de trazar planos en la tierra y poner mis personajes en acción de manera menos ridícula,menos indigna.Pues aunque había tomado prestados algunos soldaditos de Pichi y de Gustavo (cuando ellos no los vigilaban recelosos de mí),usar palitos para la ropa como reemplazo de actores de verdad era una decadente vergüenza para mi teatro independiente.
¡Las muñecas!
¿Alguien puso en dudas la buena fe que los adultos  tienen hacia las muñecas a la hora de incentivar a las niñas a jugar con ellas? Claro que me encantaba aquel bebé de yeso que mi padre consiguió ganar en el parque de diversiones ofreciendo dinero a otro padre que disparaba infalible a los patitos de madera.Primero intentó comprar uno,pero ante la negativa del vendedor que exigía acertarle unos tiros a los patos en movimiento uniforme acelerado para acceder a tal muñeco,mi padre optó por convencer a un buen tirador para que ganara por él el dichoso muñeco que yo quería.Durante años paseé,arropé,alimenté y cuidé de aquel bebote eterno,una réplica exacta de cachorro humano varón.Hasta que se partió en pedazos.Primero perdió un brazo,luego parte de la cabeza.Poco a poco se iba desmembrando pero jamás lo abandoné.Y sigue ahí en la piecita de mi infancia como testigo de que una muñeca bebé acumula mucho de nuestro afecto en la niñez.Pero ¿a qué viene eso de jugar con modelos profesionales de plástico? Me pregunto si es saludable.

Las muñecas me aburrieron demasiado pronto.Menos cuando papá jugaba conmigo.Cuando papá jugaba conmigo yo reía por dentro!Él hacía hablar a las muñecas y yo me quedaba sorprendida.
Aquel rostro duro,curtido por una pragmática e impuesta filosofía desde niño o,mejor dicho, por un culto al trabajo como sentido último de ser,se transfiguraba a mis ojos.Un histriónico cantor de tangos emergía con aeronáuticas gesticulaciones de brazos.Yo accedía a su cara,la que estaba sepultada debajo de décadas de trabajo extenuante y rutinario y de una infancia y juventud abandonadas a su suerte.Papá recuperaba el niño imaginativo y soñador que se dejó olvidado entre tantas faenas de peoncito de campo.El que creció entre ruedas de mate y café en torno a un fogón que calentaba la guitarra payadora y  abrevaba en las gargantas los cuentos de aparecidos.Cualquier niño con hogar y escuela,habría deseado al menos una vez aquella orfandad en la noche campera antes del beso para dormir.Mi padre le hubiera cambiado toda esa peonada por el beso.
Entonces yo me dejaba llevar por aquel niño liberado y me perdía en un mundo de fantasía como otros niños cuando sus padres les leen cuentos.

Papá no me leía historias pero no era preciso.Armaba conmigo el álbum de figuritas mientras mamá preparaba la cena.Era un compinche de juegos.Hasta un avión a control remoto me compró.Y me llevaba a volar en avioneta,al aeroclub de mi ciudad,aunque mi madre se oponía.Retomaba así el sueño que debió abandonar cuando,siendo joven,el patrón le dio un ultimátum:el trabajo o volar.Es probable que no tuviera el dinero para sacar la licencia y le haya pedido dinero prestado.Aunque esto último es una conjetura mía al respecto. Cuando todavía era soltero y se daba el lujo de imaginar diferentes caminos,papá pilotaba y hasta sabía aterrizar en el campo de surcos de un tío abuelo de su novia,mi madre.Quizás para impresionar bien a la familia.

Por todas estas cosas,yo le seguía en cada vuelo de su imaginación.Porque mi madre admiraba a mi padre por haberse construido a sí mismo en total soledad y en la pobreza más destructiva que un niño pueda pilotar.Pero yo todavía era muy niña para conocer toda su historia.Y aun debo de seguir siéndolo porque solo obtengo anécdotas y relatos sueltos de su boca.Y ni una sola queja o reproche hacia quienes debieron haberlo cuidado como a sus otros hijos.
Por lo tanto,yo le seguía en cada vuelo de su imaginación porque lo amaba con todo mi ser.


                                                                                                                 Fotografías familiares.

viernes, 17 de junio de 2016

Aquí viene la paz

                                                              En memoria de Alberto Luis Guerra.

Aquí viene la paz
color de algo olvidado
remedo de sabor amado
suspendiendo en la ventana
un llamado
como trino cortado
presagio o alarma
aletea cegado
por el filo de luz
arrinconado
en la pausa acribillada
por tanto cielo escarchado
otro carámbano colgado
en la baranda
aquí yace la paz
flotando como fantasma
con dos alas de cristal
y una flor en la cara
suspiro plegado
por la mano del aire
congelado
tributo a la esperanza
que saltó a la calle
esta mañana.

Imagen:Paolo Dalprato Photographer



jueves, 16 de junio de 2016

Nana para un niño olvidado



Hay un sendero de mariposas

que me he traído conmigo

desde la tarde caminada

para colorearte esta noche

mal dibujada.


Niño mío

será el abrigo

para tu cuna

desencantada

será tu estrella

bajo tus párpados

inundados

será la luna

para tus cielos

encapotados

ve con cuidado

mares de ripio

afilan tu barca

aires de niebla

hielan miradas

vientos de nieve

cubren las huellas

del otro lado

cazan los ángeles

acorazados

sueña despacio

cuéntale al viento

cantos de infancia

luces del alma

fuera del tiempo

para que llene

como tú haces

su hambre insondable

para que sacie

su sed de cielo

rey de los míseros

dios de los muertos

sol de los ciegos

tú que eres oro

tú que eres cielo

tú que eres todo

no dejes que nadie

corte tus alas.









Imagen: Marie Thompson

miércoles, 15 de junio de 2016

OSADÍA



  La habían arrojado como una afrenta sobre la plana superficie.Inútil mirar a los costados.Estaba abandonada a su suerte.Encaramada a la línea horizontal de un susento endeble que ofrecía su magra llaneza,fiel servidor inmutable, y se sentía como servida en bandeja,desnuda frente a la gigantesca contemplación del ojo.

 Más allá del margen,un desierto blanco,tan blanco como los nevados surcos que lo atravesaban.
Liberada por la mano que la forjó,concebida desde la furia,el dolor y la injusticia de una extensa concatenación de hechos funestos y provocados.¿Provocados por quién?Nada menos que por aquel que la observaba con estupor y asco.

Por mérito propio no estaba allí.Tampoco por misión o estrategia de vida.¿Cómo había llegado entonces?¿Cómo no diluirse ante aquel muro?¿Còmo no desaparecer de aquella vista insostenible,furibunda?

Tan pequeña en aquel mundo sin colores.Tal impotencia le recorría por sus curvas afiladas,heridas y quebradas bajo la inercia de cada esputo salpicado,casi ferozmente esculpida.
Qué batientes sensaciones albergaba allí arrojada,indefensa.De cuánto dolor ácido tenía que llenarse.
No estaba ya demasiado sola y callada de sí misma,tan subjetivamente vaciada de sentido existencial,tan inerte,tan fría para quienes podrían llegar a verla.

Qué esperar entonces de quienes se atreviesen a mirarla.Acaso no la confundirían con sus otras semejantes,versiones de su imagen,réplicas de sí misma sonando similares por desiertos parecidos en inclinaciones y saltos más cuidados,más meticulosamente pensados.O con aquellos improvisados,azarosos deslices de inconciencia,inescrupulosos,ávidos de perfidia o negligencia.

Y cómo verla a ella después de tantas miradas ensuciadas,saturadas de desencanto o de sombras entintadas.Cuál era el sentido de su queja sino otra forma más de concebir el absurdo.A dónde iría a para finalmente afianzada en un pico carroñero,taladrando un destino de quebrantahuesos,provista de espolones envenenados.

Alguna vez tuvo alas de mensajera e ínfulas de cupidos y morfeos.Alguna vez sintió chispas de fuego circulando por un cuerpo de Fénix.Viajera de cielos planeando sobre mares como albatros presintiendo la costa que protege los nidos.Tan lejos el significado de su signo  o tan sordo al sonido o ciego a la forma.

Sería esta la última silueta de una disritmia sin regreso.El legado mísero de un abuso perpetrado tozudamente por simulos racionales.Cómo es la naturaleza de un estómago que no se alimenta para saciarse ni se satisface de lo que lo alimenta sino que busca llenarse de un vacío mortal.

Se sintió como una cadena arrastrada por un ente fantasmal condenado a vagar eternamente por su elaborada nada.Un barquito de papel lanzado a la correntada por ese capricho infantil que sabe que no es barco ni lo será,que no conduce a nadie ni conducirá,que no tiene destino ni esperanza más que satisfacer el experimental placer del juego.

Por eso hoy reniega de lo que siempre ha sido.Hoy elige la osadía de no ser una pobre palabra estrujada entre pérfidas manos.


                                               Imagen tomada de la web,derechos a su autor.








miércoles, 8 de junio de 2016

Cucarda de vida



Imagen tomada de la web,derechos a su autor.



Puja hacia arriba
esquirla de luz viva
germen de estrella abatida
sembrada en el olvido
el asfalto ha partido
ha quebrado los grises
rebelde y decidida
garra del sueño
como un vagido
arañando los oídos del aire
dormido en los pasillos
con su timbre amarillo
tiritando de frío
hincando al cielo
persistencia de espina
irritante asumida
dulce perfume de miel prometida
verde pezón en la piedra abierta
hilo de sangre de la tierra herida
más fuerte que la niebla
que se creyó fantasma
y salió a los caminos
a sofocar las ocres carcajadas
las estridencias moradas
copas en fuego encendidas
con esa siniestra vanidad
de esencia muerta.

viernes, 3 de junio de 2016

El vuelo de la flor




Al fin vuela la flor

maravilla en maravilla

toda semilla fue flor

laberinto de la vida

solo se nace semilla

aunque antes fuera flor

círculo de la vida

ensueño o recreación?

vuela lo que antes no voló

larva en flor

flor en semilla

pasadizos de un enigma

oculto en la misma flor

viaja la vida misma

el vuelo de la ilusión

bajo un ardid artista

marchita y sutil visión

sin mediar interrupción

engaña a la muerte misma

toda semilla fue flor

toda flor será semilla.

Foto: Julie Brocca
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