Hay un sendero de mariposas
que me he traído conmigo
desde la tarde caminada
para colorearte esta noche
mal dibujada.
Niño mío
será el abrigo
para tu cuna
desencantada
será tu estrella
bajo tus párpados
inundados
será la luna
para tus cielos
encapotados
ve con cuidado
mares de ripio
afilan tu barca
aires de niebla
hielan miradas
vientos de nieve
cubren las huellas
del otro lado
cazan los ángeles
acorazados
sueña despacio
cuéntale al viento
cantos de infancia
luces del alma
fuera del tiempo
para que llene
como tú haces
su hambre insondable
para que sacie
su sed de cielo
rey de los míseros
dios de los muertos
sol de los ciegos
tú que eres oro
tú que eres cielo
tú que eres todo
no dejes que nadie
corte tus alas.
Imagen: Marie Thompson |
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