La palabra pequeña es el corazón de mi blog. Esas palabras que son como las flores silvestres,tan cotidianas y tan increíbles en su sencillez que solemos creer que es imposible con ellas armar ramos espectaculares sin recurrir a sinónimos más ilustres .Y yo quiero aquí reinvindicarlas recuperando esa gracia auténtica que tienen las diminutas cosas esenciales. ( Protegidas por derecho de autor y publicadas)
jueves, 22 de octubre de 2015
Empatía
Amo a Chéjov aún
en su mujer de acuarela fina
con agua de lejía diluida
y colores opuestos esbozada,
la de una perdida aristocracia
tras su luz escondida en bambalinas.
Quiso Chéjov ocultar a la ternura
en un fogón de una esquina ahumada
donde vuelan las brisnas de los días
y adormila entre mundos un corazón sofocado.
Las mujeres de Chéjov no son suyas
ni musas,ni heroínas ni admirables
son hijas de la lava consumida
o de un dolor ceniciento que desgasta
pues su lucha es un ring puertas adentro
en una tragedia masculina
donde no queda espacio para lágrimas.
Y lo amo sobre todo
en la mirada suspendida de mi madre
contemplativa y nostálgica,
las mejillas rosadas y vivaces
pendientes de una frente muy alta
levemente surcada de esperanza
las manos como pájaros mágicos
espantando las sombras
siempre pospuesta
siempre antes
madre
esposa
alma de la casa.
Fotografía tomada de la web,derechos a su autor.
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Maravilloso encantador gracias por compartir Saludos cordiales feliz semana
ResponderEliminarMuchas Gracias,Isidro,por tu comentario.Recién lo veo.Me encanta que te haya gustado.Saludos!
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