La palabra pequeña es el corazón de mi blog. Esas palabras que son como las flores silvestres,tan cotidianas y tan increíbles en su sencillez que solemos creer que es imposible con ellas armar ramos espectaculares sin recurrir a sinónimos más ilustres .Y yo quiero aquí reinvindicarlas recuperando esa gracia auténtica que tienen las diminutas cosas esenciales. ( Protegidas por derecho de autor y publicadas)
martes, 9 de julio de 2013
El rìo y el bosque
Lento se aleja del abrazo verde
umbroso y fragante cuerpo que lo vio nacer,
apenas titilante gota de luz candente
salida del oscuro ojo de un rocoso gigante.
Los blancos dedos de la espuma
como blanda garra de cachorro manso
arañan el ùltimo peldaño
del amado camino recorrido
por murallas de musgo antiguo custodiado.
No hay vallado en el corazòn del bosque o del rìo
que pueda ser voluntariamente alzado,
sòlo la inquietud del vuelo en el àrbol,
sòlo el ansia de cauce,
el anhelo del cosmos en la corriente.
Nada puede separar lo que està unido para siempre
salvo la mirada celosa de la muerte.
Fotografìa de autor (Jani Westman )
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