La interminable noche
maternal y piadosa
llueve sobre mí
como canción de cuna
y se demora en las ventanas
sigilosa
con una larga mirada somnolienta
su negro cristal inalcanzable
como lupa arcaica
me mira desde siempre
yo divago valles y quebradas
me disperso en sus bordes
me lleno los bolsillos de estrellas
como criaturita salvaje sin amarras
ella me presta sus alas abismales
y remonto las cuestas
envueltas por sus manos
sus gotas sin luz se cuelan por mis poros
encendiéndome
como el rocío incoloro preserva en titilantes resplandores
las flores borradas por la noche
sus suaves dedos acarician mis párpados cansados
y me prometen soles
cuando se instale en mis emparchadas retinas
para siempre
podré ver el mundo con sus ojos
las sombras serán pétalos traslúcidos
cayendo de los marchitos sépalos del mundo
yo,una lágrima salobre temblorosa
regresando a la uterina nube
donde guarda el caos sus tesoros
de claves y de notas
y ovula la luz inéditos colores
primordiales
donde fui soy seré
una con todo
indivisible partícula original
atómica semilla de un cosmos indivisible.
Foto: Robin Pavitt |
No hay comentarios:
Publicar un comentario